Gracias Sharathji

Gracias, Sharathji

gracias sharathji

Desde que me enteré de la triste y repentina muerte de Sharathji el 11 de noviembre de 2024 han pasado muchísimas cosas. En este post he ido recopilando un poco de todo. Ha sido mi forma de ir sobrellevando la tristeza de la noticia. Te comparto muchas cosas distintas: primero una especie de diario de cómo me enteré y fui afrontando la noticia, también algunos textos que vi en instagram y me parecieron especialmente bonitos de maestros y estudiantes de ashtanga. Te comparto el mantra que le cantamos para despedirle, y muchas otras cosas, como lo que significa para mí Sharathji, y alguna anécdota o vivencia…

Pero antes, quiero mandarles un abrazo fuerte a todos los que, como yo, se sienten con el corazón roto. Ahora más que nunca permanezcamos unidos, mantengamos viva la llama. Sus enseñanzas están en cada uno de nosotros y siempre guiarán nuestro camino.

Dos semanas sin Sharathji

La noticia de la muerte de Sharathji me cayó como una loza encima la mañana del 12 de noviembre. Fue lo primero que leí al encender el móvil. Uno de sus conductores de rickshaw me escribió un mensaje que decía: Shrathji no more. Al principio, pensé que se refería a que no trabajaba más para él, pero enseguida vi la avalancha de mensajes en el grupo de Sharath Yoga Centre: Sharathji había fallecido repentinamente en EEUU, aparentemente de un ataque al corazón, mientras paseaba por el bosque con sus estudiantes.

Fue tan repentino. Fue un shock. Me costaba tanto creerlo, no paraba de leer mensajes, completamente atónita.

-¿Esto es real, por qué? Pero si se le veía bien…-

Procesar una noticia así lleva su tiempo. Sentía que mi mente buscaba la forma de escapar del dolor y continuamente me intentaba distraer para postergar el efecto devastador de la noticia: la tristeza, el vacío, el dolor, la incertidumbre, mis sueños rotos… Oleadas de emoción iban y venían, me cogían desprevenida. Poco a poco fui cayendo más en la cuenta, y fueron apareciendo más preguntas.

-¿Qué voy a hacer ahora?, ¿qué va a pasar ahora?, ¿cómo estará su hija, su mujer, su madre?, ¿y los estudiantes que estaban allí?-

No sabía si ir a practicar a la shala, pero en casa solo daba tumbos. La cabeza no paraba, intentando entender. Al final fui. Durante la práctica, por momentos me enfadé y sentí algo de rabia, luego volvían las preguntas, la energía se empezó a sentir más pesada, así que me fui a los backbends y, por fin, casi al final, salieron las lágrimas. Me volví a casa todavía desconcertada, desolada y, al poco tiempo, me avisaron Gri y Marino para quedar. Era un día para acompañarnos.

-Uf, menos mal- 

Me salvaron porque ya estaba de nuevo dando tumbos en casa, sin saber muy bien qué hacer. Estuvimos un rato hablando de todo, tratando de encajar lo que estaba pasando, pero seguíamos sin dar crédito. Lo recuerdo como una especie de burbuja en medio de la gente. Solo repetíamos frases como:

-¿Pero esto es verdad?, bueno, es la vida, es lo que hay. Toca aceptar-

Estábamos en una especie de bucle: de la incredulidad a la aceptación, y viceversa. Y es verdad: así es la vida, pero eso no quita que duela, que se sienta el vacío. Estaba siendo muy duro, muy difícil de asimilar. Nos despedimos con la certeza de que a partir de ahora todo iba cambiar, y con la gran incertidumbre de cómo será el futuro. Con el paso de las horas, la tristeza se me instaló dentro, era cada vez era más densa. Las lágrimas eran pesadas. Yo iba a ir en febrero y me hacía verdadera ilusión. Pero ahora había que centrarse en ir a trabajar y seguir con las obligaciones. La vida seguía, aunque por dentro estaba totalmente pausada. Me pasé el día abriendo el móvil de forma obsesiva esperando la mínima actualización. Me preguntaba si en algún momento iba a despertar de esta pesadilla. Pero no.

bosque Virginia SharathjiEmpecé a ver algunas publicaciones de las personas que estaban con él, en el momento y lugar. De repente, llegó una foto del banco de madera donde se sentó a descansar, sin saber que era para siempre -o quizás sabiéndolo-. Veo el lecho de hojas secas alrededor y lo imagino ahí, rodeado de la naturaleza que tanto amaba.  Pienso que su alma escogió un lugar y un día especial, el 11.11 en uno de los bosques más antiguos del planeta Tierra. Humpback Rock se sustenta por una formación de granito creada durante la orogenia Grenville en el fondo del océano hace aproximadamente mil millones de años. Ahí fue dónde Sharathji se juntó con el Todo. Se fue con la brisa del otoño, en un susurro, en un cerrar de ojos. En un lugar muy especial.

De nuevo, las preguntas:

-¿Por qué, por qué?-

Entonces, Instagram se convirtió en una galería de fotos de Sharathji. Miles de Sharathjis por todos lados. Por un lado verlo era un consuelo, por el otro, llegaba a ser abrumador. Todos querían despedirse, agradecerle, desahogarse…

Algunos textos me llegaron al alma. No pude evitar capturarlos y guardarlos. La traducción es de Instagram así que no es buena. Aún así, comparto algunos porque creo que ayudan a procesar este duro momento:

Este es de una cuenta de IG @rushikulam

Este texto es de @mysoreyogarecife:

Y este es de @timfieldmannyoga:

Despidiendo a Sharathji

Me pasé la primera semana atesorando recuerdos y sentimientos porque los siento muy parecidos a los míos. Me creé una carpeta en instagram con todas las publicaciones que veía sobre él. Se empezaron a organizar ceremonias de despedida. Vi la de Kino y me consoló y ayudó muchísimo. El sábado mi amiga Vivi me invitó a su shala y le cantamos un mantra, uno que se canta en despedidas.

Aquí lo puedes escuchar y cantar. 

Tuvimos la suerte de tener a Anna Constanza dando un curso en Tenerife y nos lo explicó. Es el Mahamrityunjaya Mantra, también llamado “Tryambakam Mantra”, es un verso del Rigveda. Este pacífico canto espiritual está dirigido a Tryambakam, “el de los tres ojos”, un avance de Rudra, más tarde identificado como Shiva.

Om trayambakam yajamahe
sugandhim pusti vardhanam
urva rukham iva bandhanan
mrityor muksiyam amrita

Anna nos dijo que el nombre se traduce como “Victoria de la muerte”.  Y el resto sería algo así:

Invocamos a Shiva, el que tiene 3 ojos del que emana un olor divino. A él le estamos pidiendo que nos libere de la muerte para alcanzar la inmortalidad, como un calabacín que se cae de su rama por su propia fuerza y madurez y corta con las ataduras, con libertad, naturalidad.

Es un mantra muy potente, se canta 108 veces. La repetición de mantras es una práctica espiritual que se llama Japa Mala y Sharathji siempre la recomendaba. Estoy muy agradecida a mi querida Vivi, por invitarme porque en ese momento de profunda tristeza, sienta muy bien contar con una comunidad de gente tan amorosa, que te arropa, te entiende y te da fuerza. Eso también es mérito de Sharathji. Él nos unió :)

La última lección

Sharath Yoga Centre

Y todo cambió, porque nada es para siempre. Esa fue su última lección. Ese instante, su partida, cambió la vida de todos los ashtanguis cuyas ilusiones y sueños eran practicar bajo su guía, en Mysore, la fuente del ashtanga yoga, o en sus giras por el mundo para transmitir este hermoso legado que le dejó su abuelo. Una familia yogui. Cuando pienso en su mujer, hijos, su madre, su hermana, Usha… qué tristeza más grande. Nosotros nos sentimos huérfanos de maestro, con los corazones llenos por el amor y la unión de la comunidad, pero también rotos y vacíos sin nuestro gurú, pero ¿ellos? Ellos han perdido un padre, un hermano, un amigo…

Esta noticia tambaleó nuestra vida, rompió nuestros sueños… ya nada volverá a ser como antes. Y resulta que “el antes” era bueno, nos hacía felices, y lo sabíamos. Creo que lo bueno de esto es que la mayoría de los que lo llegamos a vivir alguna vez, lo valorábamos y agradecíamos. Era nuestro tesoro y, por eso, nos está doliendo tanto. Era único, especial. Perdonen si hablo por los demás, pero creo que coincidimos en que ir a Mysore hacía crecer nuestra devoción, fe, entrega, amor, unión… Somos muchos ashtanguis los que hemos vivido o pretendíamos vivir momentos felices en Mysore y decir adiós es muy duro. Quizás volvamos, pero nada será igual. El cambio y la incertidumbre asusta. Hay muchas preguntas en el aire. Preguntas que dejamos para después porque todavía necesitamos hacer el duelo.

Lo que está claro es que hay una lección que aprender: No dejes nada para después. La vida es ahora. 

ME PREGUNTO: ¿CUÁNDO SE CONVIRTIÓ EN MI MAESTRO?

SharathjiHonestamente, no identifico un momento exacto en el que Sharathji se volvió mi maestro. Se fue colando poco a poco. Quizás en el segundo y último viaje se consolidó esa conexión, pero creo que fue en la pandemia cuando supe que, sí o sí, iría a Mysore. Durante esas clases y conferencias, a través de la pantalla, sentía que me hablaba al corazón, sentí su mensaje en primera persona por primera vez. Aunque ya había calado en mí su mensaje, a través de mi maestra Gri, yo necesitaba vivirlo por mí misma. Decidí que iría a Mysore y tendría mi propia vivencia.

Después de la pandemia empecé a asistir a Gri y apliqué para Mysore, pero al final, cancelé el viaje por miedo. Mi primer viaje finalmente fue en agosto de 2022, y a la vuelta fue cuando Vivi y yo creamos el podcast Mysoreando. Precisamente porque valorábamos mucho lo que era ir allí, y porque queríamos hacer llegar nuestra forma de vivir el ashtanga yoga bajo su guía, el ashtanga yoga según la tradición. El siguiente viaje lo hicimos juntas, hace solo un año, en diciembre de 2023, donde grabamos un montón de entrevistas.

Y así, casi sin darme cuenta, estaba organizando mi vida para poder ir a Mysore cada año, poniendo mi trabajo patas arriba y haciendo algunos sacrificios, pero yo sentía que tenía que ir siempre que pudiera. Recuerdo perfectamente estar allí en esa enorme shala, mirar alrededor y pensar en lo afortunada que era de vivir esa experiencia. Lo que se vivía allí era algo único. Recuerdo también pensar en que eso no sería para siempre y que tenía que aprovechar siempre que pudiera. Claro, nunca pensé que esa iba a ser la última temporada de Sharathji, pero sí que podría haber circunstancias que me impidieran ir y, por eso, siempre que pudiera intentaría ir.

Mysore, Agosto de 2022La primera vez que lo vi recuerdo pensar “qué hombre más normal”, pero a la vez me daba mucho respeto interactuar con él. En mi primer viaje, en 2022, todavía la pandemia estaba reciente. Me sentía extraña en India y, además, tenía reciente la lesión del serrato. La primera vez que se me acercó a hacerme el catching, le conté lo de mi lesión, estaba nerviosa. Él me dijo que lo haríamos fácil y suave y también me dijo una frase: is not mandatory (no es obligatorio!). Después de haber oído tanto sobre que él era estricto con el catching y que había que hacerlo todos los días, desde ese primer contacto desapareció la presión. Hice lo que pude y él me dijo “easy for you. Lo que yo viví con él y lo que entiendo de su abordaje con las asanas es que siempre lo íbamos a intentar, pero en ningún momento te iba a obligar a traspasar límites. Yo creo que él tenía unas pautas generales para todos, pero luego en las distancias cortas, como digo yo, en lo individual, te trataba con empatía y amabilidad. También creo que su experiencia ayudaba mucho y podías confiar plenamente al ponerte en sus manos Sus ajustes eran precisos y no se sentían forzados. Te llevaba con delicadeza al lugar que tu cuerpo podía. Nada más.

En esa temporada mientras me ajustaba paschimottanasana se puso a leer mi tarjeta y me dijo algo así como: “Mmmh, Mercedes, alemana, ¿no?  y yo “no, española, jeje”.  Es que su coche era un Mercedes, jaja. En el primer viaje y el primer mes siempre hacías solo la primera serie y cuando pasaba el mes ya te empezaba a agregar de segunda si lo creía oportuno. A mí me dio pasasana en ese viaje pero solo fui un mes así que no fue hasta el segundo viaje, la temporada pasada, cuando experimenté lo de que te avanzara posturas.

Foto con Sharathji, enero de 2024Para mí la magia de practicar en Mysore, era que él te viera, era recibir su bendición. Para mí no era la bendición de cualquier maestro o maestra. Era la suya, la del máximo representante del ashtanga yoga. Por eso, cuando en el segundo viaje un día me dijo: “tomorrow show me pasasana”, cuando llegó el momento de enseñársela me puse super nerviosa, jaja. Me salió, pero qué nervios durante toda la práctica… No solo porque me la viera, sino porque se podía dar la situación de que estuviera en el otro lado de la shala y tener que llamarlo o esperar a ver si me veía o no. Todo eso era un tema, jaja. Pero yo, esa vez, tuve mucha suerte y estaba al lado. Le dije: “show you pasasana?” -en inglés indio, jaja-. Y bueno, cuando vio el segundo lado me dijo:  “good pasasana, tomorrow until bhekasana”. Un montón de posturas del tirón. Para resumir: en mi corta experiencia con él, unas veces tardó mucho tiempo en darme la siguiente postura y, otras veces, hizo esto de darme muchas de golpe. Lo que siempre hizo fue ajustarme desde la compasión y la exigencia justa.

UNA EXPERIENCIA ÚNICA

Hay muchas cosas que se me quedaron grabadas porque nunca las he vivido en otro lugar. Cuando acababa la práctica íbamos al vestuario, nos cambiábamos y para salir teníamos que pasar por delante de donde estaban todos practicando. Muchos de nosotros lo buscábamos con la mirada y, con las manos juntas a la altura del pecho, le hacíamos una especie de reverencia, una señal de agradecimiento, de respeto. Otras personas, normalmente de nacionalidad india, pero también practicantes ya más veteranos, se acercaban a tocarle los pies. Era un momento en el que conectabas con él directamente. Él te hacía un gesto como que recogía el agradecimiento y cuando le hacían lo de tocarle los pies, se llevaba la mano al corazón. Lo de los pies es algo muy común allí, se le hace a las personas mayores, a los maestros y también porque se cree que da buena suerte, que trae cosas auspiciosas.

Qué bonito es tener en mi cabeza ese recuerdo y su mirada de complicidad.

Luego, en las conferencias de los sábados, cuando nos contaba anécdotas o nos recitaba textos sagrados, gracias a sus palabras yo recordaba mi propósito, le daba significado a todo el esfuerzo, a la práctica, y en definitiva, a la vida. Lo sentía como una persona de buen corazón, su mirada era limpia y pura, con la chispa de un niño. Su sonrisa era capaz de iluminar ese pabellón gigantesco. Se fue demasiado pronto para mí, que apenas estaba empezando mi camino con él. Ese es el vacío que siento, el saber que no podré seguir aprendiendo de él.

Sharathji en el ríoDesde que fui a Mysore, cuando practico, a veces oigo su voz o siento su mirada. Lo siento presente. La segunda práctica que hice después de saber de su partida, la hice para él, como si lo tuviera delante. Le dediqué mi kapotasana, la postura en la que me quedé allí. Lo recuerdo dándome consejos para agarrarme un talón que se me resistía. Pensé que quizás puede verme desde donde esté y en las posturas que me cuestan intento dar lo mejor de mí. Sin duda, al recordarle, siento una energía especial, una energía de conexión y unión. Intentaré mantener esa llama viva dentro de mí. Les confieso que hasta mí misma me ha sorprendido lo mucho que he sentido su pérdida. No era consciente de que mis sentimientos fueran tan profundos, de que mi vida estuviera tan ligada a su existencia. Por eso, entiendo que mucha gente no entienda por qué estoy tan afectada. Creo que no soy la única que se siente así, hasta un chico escribió un texto llamado “Por qué está llorando tu amigo yogui” para hacer entender a nuestro entorno por qué estamos tristes.

Hay un recuerdo que es una tontería, pero ahora me hace ilusión. Un día salí a comprar a la frutería, a una hora no muy transitada. Creo que era después de comer, el día de nochebuena o un día navideño. Iba yo pensando en mis cosas y cuando fui a cruzar me di cuenta de que venía un coche grande y resultó ser él, jaja. Imaginé que iría a casa de su madre. Simplemente nos encontramos con la mirada y me saludó sonriente. Yo me quedé contenta porque, además, me había hecho catching ese día. Luego, recuerdo que en alguna conferencia nombraba que veía a sus estudiantes caminando por Gokulam y yo pensaba “como a mí”, jaja.

UN TIPAZO

Sharathji con vaquita“Un tipazo”, dijo mi maestra Gri para resumir, en una palabra, lo grande que era. Humano, sencillo, humilde, bueno, con sentido del humor… esas eran algunas de sus cualidades. Y a veces también daba gritos, jaja. Se preocupaba para que todo funcionara perfectamente y, por eso, ponía unos horarios y unas normas. Si te salías de eso, podías oírlo desde el otro lado de la shala gritando cosas como: “close the door”, “who told you to do that”, “why are you late?”. Y el mítico “one more!” cuando nos llamaba a practicar, o “one more tall”, “one more small”… Algún día, si les da curiosidad y no lo vivieron, les puedo contar un poco más en detalle esto que es algo muy característico. Quizás, lo podemos comentar en el podcast. En definitiva, en la shaa, Sharathji sabía muy bien cuál era su papel y lo cumplía con creces.

UN REVOLUCIONARIO

No sé si a los demás les pasa igual, pero yo siento que le entendía, entendí su mensaje desde el primer momento. Creo que gracias a él éramos cada vez mejores practicantes de yoga y que lo que venía iba a ser mucho mejor. Su mensaje era sencillo y sin pretensiones. Era mucho más profundo de lo se veía en apariencia, porque no hacen falta muchas florituras para transmitir la esencia de lo que significa el yoga. Su compromiso con sus estudiantes era de admirar. Qué voluntad y qué gran responsabilidad. Siento que, mientras el ashtanga era criticado por diferentes lados, él hacía su propia revolución llenando los corazones de practicantes de todo el mundo con un mensaje de humildad.

Y aunque, probablemente, no todos lo entendieran o lo valoraran igual, no importaba porque él no pretendía nada. Él solo daba y daba, solo hacía ese papel que asumió sabiendo la responsabilidad que tenía. Pero su grandeza mayor, por encima de ser el Paramaguru, siempre fue el amor que demostraba por su familia. Era un padre comprometido. Eso le daba todavía más valor, porque era una persona normal haciendo lo que podía y debía a la vez. Lo que hacía tenía muchísimo mérito.

Gurujis Sharath, Pattabhi Jois, SaraswatiCuando su abuelo Guruji Pattabhi Jois falleció en el año 2009 a la edad de 94 años, él tuvo que coger las riendas y guiar a toda una comunidad internacional de practicantes. “Se mantuvo firme”dijo alguien-. No debió de ser fácil. Ver en primera persona su dedicación y compromiso con los estudiantes me dejó asombrada. No faltaba nunca. Durante la temporada de clases se despertaba a la 1 de la mañana para hacer su práctica y después, estaba desde las 3 y pico, creo, hasta las 10 de la mañana enseñando sin descanso…Aunque fuera pura vocación, se dice fácil, otra cosa es hacerlo. Además, sabiendo la cantidad de gente que le quería y le seguía hasta el fin del mundo, él seguía igual, humilde. Sus principios eran sólidos y coherentes con los de un maestro de  yoga.

SU PRECIOSO LEGADO

Sharathji y LakshmiAhora que nos ha dejado, y como pasa muchas veces, tengo la sensación de que se ve y valora más claramente su mensaje, su legado. Se ve el cariño de su comunidad, se ve la unión que él promovió, se ve la gran labor que hizo. El futuro es incierto, él es irremplazable pero, sin duda, dejó un mundo mejor. Y se podrán decir, y se dicen, muchas cosas de nosotros, los ashtanguis, pero la unión y la fuerza que he visto estos días, el amor tan fuerte hacia nuestro gurú no sé si se ve muy a menudo en otros estilos de yoga. La realidad es que somos una gran familia repartida por todo el mundo. Él estaba orgulloso y muchas veces “presumía” de tener alumnos en más de 100 países. Aunque también en esta comunidad, igual que en todas las familias, hay discrepancias y conflictos, y ya veremos cómo vamos reaccionando ante esta nueva realidad que se nos presenta sin nuestro guía.

Por lo pronto, la shala ha comunicado que esta temporada van a abrir para hacer autopráctica, sin profesor, sin ajustes y que todos tienen que hacer hasta la última postura que les haya dado Sharathji. Mucha gente irá, pero otras personas preferimos esperar a que tranquilamente se decida cómo se va a continuar. Para mí es un esfuerzo grande ir a Mysore, así que prefiero esperar a ver qué dirección toma todo, pero me da muchísima pena.

La nueva serie: the active series

Sharathji en VirginiaSharathji justo se encontraba en EEUU presentando una nueva serie: The Active Series, una serie de ashtanga simplificada. El libro de esa serie se podrá comprar en la web de Sonima el 29 de noviembre. En esa web hay muchos vídeos interesantes de Sharathji, pero ahora les recomiendo ver este vídeo homenaje.

No me puede hacer mayor ilusión poder tener ese libro entre mis manos. Para mí esa era su verdadera misión: que el yoga fuera accesible para todos, que todo el mundo se pudiera familiarizar con el yoga. Y será parte del precioso legado que nos deja. De todos nosotros depende transmitirlo de una forma pura y respetuosa, que honre, de verdad, todo el esfuerzo que él hizo por nosotros.

Siempre me ha dado tristeza que se nos considere un estilo de yoga solo físico. Incluso en este momento de duelo, he leído comentarios al respecto. Si alguien que opina esto me lee, les pido -con todo mi cariño- que se abran a la posibilidad de estar equivocados. La transformación espiritual que ocurre al practicar ashtanga, siguiendo el método tradicional, es real. Quizás haya personas a las que se le ha transmitido mal y, de corazón, les digo que es una pena. Las personas que se creen que han practicado ashtanga porque han hecho de vez en cuando la secuencia de posturas de la primera serie, perdonen que les diga, no han practicado el método, se han quedado en la superficie. Quizás, simplemente no sea su camino, y eso está bien. No lo sé. Cada uno es libre de tomar sus decisiones. Lo que me da pena es que nos critiquen o se hable con desprecio de este método. Pueden hablar todo lo que quieran, pero pocas herramientas existen tan transformadoras como el ashtanga yoga. Es cierto que requiere un esfuerzo, un compromiso grande, pero lo que te devuelve no tiene precio.

LA CEREMONIA PARA SU FAMILIA Y ESTUDIANTES

El 24 de noviembre tuvo lugar una ceremonia tradicional hindú en la que se celebraba la entrada de Sharathji a Vaikunta, la morada celestial de Vishnu, y brinda la oportunidad de recordar a Sharathji y orar por la paz eterna de su alma y el bienestar de su familia. (La puedes ver aquí). Me llamó la atención que tanto Andrew Hillam -coautor del libro de la nueva serie por lo que entendí en esta ceremonia-  y Shraddha -su hija-, comentaron en sus discursos  algo que solían decir tanto Sharathji como Guruji Pattabhi Jois:

“Todo el mundo puede practicar yoga excepto las personas perezosas”

Ceremonia despedida de SharathjiQuizás su propósito o dharma en esta vida estaba ligado a esa misión de hacer el ashtanga accesible para todos. Siempre lo pensé y cuando ayer vi la ceremonia, Andrew me lo confirmó. Parece ser que Sharathji era consciente de que el ashtanga yoga se percibía en el mundo como algo difícil y que mucha gente ni siquiera lo quería probar. Sharathji quería cambiar esto y que todo el mundo pudiera obtener los beneficios del yoga y, por eso, creó esta nueva serie. Una serie a la que la gente no le tuviera miedo. Esta serie tiene los mismos beneficios que ashtanga yoga. Es ashtanga yoga. En esta serie hay posturas de las series de ashtanga y es una práctica simplificada, pero con el mismo método. Y, Andrew, continua diciendo que hace poco Sharathji le contó algo que nunca había escuchado, le dijo que esto era algo que solía discutir con su abuelo Guruji Pattabhi Jois y que él estaba de acuerdo en que necesitaban crear algo más accesible, más sencillo. Por último, Andrew dijo que tuvo la oportunidad de practicar la serie y que sintió algo especial, que él ha practicado modificando posturas, por lesiones o adaptar para sus alumnos, pero que aquí hay algo muy especial que surge solo de la experiencia de alguien como Sharathji, que ha enseñado durante tantos años y a tantos alumnos. Le dijo que estaba probando estas posturas, estaba tratando de ver cómo crear esta serie, dijo que a veces la practicaría y que si practicas esta serie puedes sentir una energía especial. Esta serie la creó junto al Centro de Ciencias Contemplativas de Virginia que le apoyaron para crearla y quería hacer formaciones anuales de tres o cuatro semanas para que los profesores autorizados enseñaran esta serie por el mundo, pero que en Mysore se mantendrían las series tradicionales. Por último, pidió paciencia para la gente que pregunta si pueden practicar la serie activa, dijo que, ahora que han acabado los rituales, la familia tendrá tiempo para reflexionar sobre cómo continuar su legado, para pensar en cómo querría Sharathji que continuara.

Shradda, ceremonia SharathjiEl discurso de su hija Shraddha también fue muy tranquilizador, verla a ella y a su hermano con esa integridad teniendo la muerte del padre tan reciente es un gran ejemplo, su actitud es en sí misma una  lección de lo importante de la vida: el presente. Su sonrisa y la luz en sus ojos mientras hablaba del padre me da esperanza en lo que vendrá.

En definitiva, esta ceremonia, aclaró muchas cosas y me dio mucha tranquilidad. Nunca sabremos cómo habría implementado él la serie, pero tras ver la ceremonia, siento que esta serie va a trascender de alguna forma y que no quedará en el olvido. También me pareció muy interesante lo que cuenta Andrew de lo que sintió al practicar la serie.

Si me conoces te puedes imaginar que siempre he defendido que todos podemos practicar y que el ashtanga es una practica personalizada, o que así debería transmitirse. Me da mucha pena no tener la oportunidad de practicar con él el tiempo suficiente para obtener su bendición. Igualmente quiero seguir mi camino como si él estuviera ahí, guiándome y, sin duda, trataré de transmitir el ashtanga yoga que aprendí de él, no solo en primera persona, sino gracias a mi maestra. De hecho, creo que gracias a todos los maestros que se formaron bajo su guía, mantendremos vivo este precioso legado.

EL CAMINO ESTÁ CLARO

Querido Sharathji, lo diste todo por nosotros. Te doy las gracias desde lo más profundo de mi corazón. Gracias por tu sacrificio, por tu amor y dedicación. Gracias por tu humildad. Gracias por llegar a tantos corazones. Gracias por cada sonrisa, por cada mirada. Gracias por tu enorme dedicación. Gracias por tu precioso legado.

Eres y serás querido y recordado como un verdadero Gurú. Ahora nos toca a nosotros, tus alumnos y maestros de todo el mundo, coger la antorcha para seguir iluminando el mundo, que buena falta hace. Familia ashtangui, estemos unidos en este duro momento. Como dijo Kino en la ceremonia de su despedida en Miami:  El yoga nos mostrará el camino.

La luz del gurú nos guió y nos seguirá guiando.

Gracias por todo Sharathji. Descansa en paz.

Sharathji

Con amor,

Merce ✨

PD: Si te apetece, ¡deja un comentario! Por ejemplo, puedes contar algún recuerdo bonito con Sharathji, contar cómo te sientes con esta noticia, o lo que tú creas…, pero me encantaría leerte. ¡Gracias!

Guía para el primer viaje a Mysore a practicar ashtanga yoga con Sharathji

Si tienes pensado practicar con Sharath este post es para ti

Hola, amigo/a del blog ashtangui ¡estoy de vuelta! Vengo con un post práctico, de esos que a mí me gusta leer, jeje. Como muchos y muchas saben, este verano -agosto de 2022- cumplí uno de mis sueños ashtanguis: viajar a Mysore -India- para practicar con Sharath Jois, el paramaguru del ashtanga yoga.En mis inicios (hace 7 años) me sorprendió enterarme de que, a las clases de ashtanga yoga, se les decía estilo mysore porque es el nombre de la ciudad donde empezó este método. Entonces, yo y mi alma investigadora, dimos con muchos vídeos de youtube sobre Mysore. Recuerdo verlos en bucle… esa shala repleta de ashtanguis sudorosos haciendo virguerías… Guau, era fascinante… Me preguntaba “por qué hacen esto de viajar tan lejos y cómo conseguían hacer todo eso con su cuerpo…”

Fue desde ahí, cuando sentí la llamada.

Recuerdo pensar: “Quiero ir a India y vivir esa experiencia”.

¿Era “la llamada de la fuente”? Podemos decir que Mysore es la fuente, el lugar donde comenzó la práctica del ashtanga yoga.

Pero claro, en ese momento, para aquella Merce, era un sueño lejano. India no está a la vuelta de la esquina y yo nunca he sido una viajera empedernida, así que, sinceramente, no era algo que encajara demasiado en mi vida de entonces. Además, todavía la práctica no había calado en mí, y por eso no deja de resultarme curioso, que ya se hubiera despertado en mí esa inquietud. Era como una semilla plantada. Y, por otro lado, a decir verdad, siempre quise ir a India porque me llamaba la atención cómo viven la espiritualidad, pero nunca tuve una motivación tan fuerte como para organizarme para ir. Visto con perspectiva, supongo que, parte de la transformación que ocurre con la práctica de yoga continuada, es entender que en la vida tienes que tomar decisiones adecuadas para que tu vida sea lo más coherente con tus valores, dicho resumidamente: tener claras tus prioridades.

Así, pasito a pasito y sin forzarlo demasiado, me vi embarcada en ese viaje con destino samadhi, jeje, quiero decir, con destino Mysore, ejem, bromas (malas) aparte, para leer los detalles de ese “viaje espiritual” vas a tener que esperar al siguiente post, porque en el post de hoy quiero enfocarme en aspectos prácticos y útiles.

Me encantaría que este post sirviera de ayuda a todo aquel que vaya por primera vez a Mysore a practicar con Sharathji.

Vamos, que te voy a dar ya recopilada toda la información que necesitas saber: cómo aplicar para practicar con Sharath, dónde sacar visado, consejos de viaje, qué hacer al llegar, etc.

De nada, jaja.

Tengo que decir que yo, por suerte, fui muy bien asesorada por mi profesora y por otras compañeras que ya habían ido. Eternamente agradecida smile

Parte 1: antes de ir

Esperar el anuncio de que Sharath abre temporada.

Si ya tienes claro que quieres y puedes ir a practicar a Mysore con Sharathji tienes que estar muy pendiente de su página web. En la web anuncian las temporadas en las que él va a dar clase y las condiciones.

Por ejemplo: cuando yo fui la temporada era julio, agosto y septiembre y se daba la opción de solicitar ir por un mes, dos o tres meses. Yo elegí ir por un mes. Pero no siempre es así. De hecho, la siguiente temporada (que abrió en agosto) es para noviembre y diciembre, pero en este caso no permite ir solo un mes, sino que todo el mundo tiene que ir los dos meses.

Mi recomendación es que, si puedes, vayas por dos meses, pero entiendo que la primera vez quieras ir un mes, como fue mi caso y también es verdad que no todo el mundo puede organizarse en el trabajo y con la familia para estar fuera tanto tiempo.

Requisitos

Antes de aplicar ten en cuenta que, hoy por hoy, para solicitar ir, tienes que haber practicado dos o tres meses, de forma presencial, con algún profesor o profesora autorizado/a por él y, además el profesor/a tendrá que hacerte una especie de carta de recomendación. Otro requisito a raíz de la pandemia y, según la web, por orden del gobierno indio es que todo el mundo debe estar vacunado del Covid. Quizás este requisito cambie, pero en la actualidad sigue vigente. Para estar bien informado revisa antes de ir la página oficial.

Si cumples las condiciones puedes aplicar para ir a practicar con Sharathji.

Aplicar

La aplicación es online y por las historias que me han contado siempre fue una lotería que se registrara tu solicitud en la web, ya que abrían las inscripciones a la misma hora en todo el mundo y se colapsaba la web. Muchas veces no sabían si habían aplicado o no y mucha gente se quedaba fuera por un tema técnico. Por suerte, ahora abren la inscripción por 12 horasSolo tienes que rellenar un formulario. La guía para rellenarlo está en la web y es este enlace.

Recibir confirmación

Ahora solo queda esperar el famoso email de confirmación si hay suerte, que esperemos que sí.

shala confirmation 1
shala confirmation 2

Si no hay suerte te llega un email, pero diciéndote que no has entrado. Esperemos que no pase, pero que no te desanime, ¡el que la sigue la consigue!

Trámites: visado, billetes y casa

Con la confirmación de la shala ya es hora de comprar billetes, sacar visado y buscar alojamiento. Te puedes adelantar a todo esto, pero claro, corriendo el riesgo de que no entres y pierdas dinero, pero bueno, por lo menos intenta tenerlo todo lo más mirado posible y desde que recibas la confirmación ¡ponte las pilas! El visado es muy fácil. Se puede sacar online. En una web que se llama e- visa y tarda poco, un par de días. Puedes sacar visados de diferentes duraciones. Para el alojamiento te recomiendo que pidas contactos a otros ashtanguis que ya hayan ido. Hay opciones de todo tipo: más baratos o más caros, compartiendo o individual… Yo te recomiendo que, si puedes, busques algo donde puedas compartir con otras personas, aunque no sea compartir habitación o apartamento, pero  al menos sí el “edificio” porque siempre está bien tener gente alrededor con quien hacer planes o que te puedan ayudar en un momento dado. Yo cogí una habitación bien de precio y situada encima de mi profesora y, la verdad, es que súper contenta con la elección. Fíjate que el lugar cumpla con tus necesidades como que tenga agua caliente, si puede ser un colchón decente (los colchones indios son muy duros para mi gusto occidental), cocinillaneverawifilavadora o que te laven la ropa…Te digo detalles de precios más adelante. Los billetes yo los compré en Qatar Airways, una compañía buenísima, la verdad. Yo, personalmente, prefiero gastar un poco más y viajar lo más cómoda posible, evitando escalas largas, porque ya de por sí el viaje es largo y, créeme, ¡agotador! Yo hice Tenerife Norte – Barcelona. Pasé una noche en Barcelona. Luego por la mañana hice Barcelona – Qatar, y Qatar – Bangalore. Llegué a las 3 y pico de la madrugada (hora de India que son 4 h y media menos que en Tenerife). Y luego, hay que hacer un último trayecto de Bangalore a Mysore y aquí es donde ya te remata el viaje, jajaja, mortal. Esto se hace en coche o en Flybus. Yo escogí Flybus ¿por qué? Principalmente porque era un viaje nocturno y me contaron malas experiencias de que a esas horas el conductor se iba durmiendo en todo el trayecto y, la verdad, no quería pasar por eso. Aquí la que vine durmiendo fui yo, jajaja, las casi 5 horas entre pitas, frenazos y conversaciones de fondo. Muy surrealista ese momento, jeje.

Y, por último -para mí obligatorio- es hacerse un seguro de viajes para ir tranquila por si ocurre algo como que te pierdan la maleta. Y, por supuesto, ir cubierta en la parte sanitaria porque al fin y al cabo estamos yendo a un país tropical donde te expones a ciertas enfermedades y, aunque allí funciona muy bien la sanidad, hay ciertas cosas graves como una operación o una transfusión de sangre, que pueden salirte muy caras si no tienes seguro. Además, yo después de lo que me pasó cuando fui a Goa (lee el post de esa experiencia aquí), que Iberia me perdió la maleta y nunca apareció, ¡ya no me arriesgo!  En esa ocasión, gracias al seguro, recuperé lo que me tuve que gastar en cosas nuevas que fueron necesarias. Esta vez el seguro lo contraté en Mondo Seguros y muy contenta. Aproveché que tenía la app para consultar una cosa sobre las PCR por chat. Porque sí señores, después de más de 2 años de pandemia esquivando el dichoso COVID, voy y me lo cojo en Mysore, jajajaja. La cuestión es que me dio mucha tranquilidad poder hablar con alguien en español las 24 horas.

Haciendo la maleta

¡Qué difícil hacer la maleta! Uuufff, este es todo un tema, jejeje. Vamos a ver, teniendo en cuenta la experiencia de Goa, yo no quería pasar por lo mismo así que llevé dos maletas. Una grande para facturar y otra de cabina, donde llevar lo importante por si me perdían la otra, jajajajaja. ¿Volvería a hacer lo mismo? Pues miren, sí y no. Me explico. Me parece muy buena idea esto de llevar lo imprescindible en la de mano. Pero es que yo llevaba casi todo en la de mano, jajaja, casi toda la ropa de yoga, un par de conjuntos para el día a día, ropa interior… el ordenador, apuntes… Y además, llevaba la esterilla colgando. Totaaaal, que iba demasiado cargada para un viaje con escalas en el que tienes que caminar por el aeropuerto, etc.

Conclusión personal: Ser un poco previsora está bien, pero no te vuelvas tan loco/a como yo, jajajaja.

Ahora bien, la verdad es que acerté bastante con lo que llevé, solo me sobró: una de las dos camisetas de manga larga que llevé, una sudadera más gordita y una chaqueta también más abrigada, que tampoco me hizo falta porque me apañaba bien con una sudadera más fina y el chubasquero. Si entro en mucho detalle me extiendo demasiado, así que te propongo que, si tienes dudas concretas con la ropa que vas a llevar, ponlo en un comentario y lo resolvemos para todos. Igualmente te dejo este post sobre el tema que leí antes de ir ;) Ropa que llevar así en general: ropa fresca, de verano, camisetas de manga corta de algodón o lino, pantalones frescos y sueltitos, vestidos largos, pero frescos… Pero también, aunque parezca raro, hay que llevar alguna chaqueta tipo anorak o sudadera con chubasquero y algo para taparte el cuello, porque sí es cierto que por las mañanas al ir a practicar tan temprano en rickshaw o moto te da el aire y puedes pasar frío. En agosto es época de monzón, y llueve bastante y de forma inesperada, así que tienes que tener a mano siempre una capa, chubasquero o paraguas. Luego las mujeres tenemos que tener en cuenta que allí hay como una especie de “etiqueta cultural” y es que no está bien visto que las mujeres enseñen los hombros, y usen faldas o pantalones cortos. Así que se recomienda ir con camiseta de manga corta y pantalones o faldas largos, vestidos largos. Si te quieres poner camisetas de asillas, pues llévate un pañuelo para taparte cuando vayas caminando por la calle si quieres evitar miradas y demás. El pañuelo de hecho es muy útil y en algunos templos, obligatorio.

Aprovecho para comentar que yo me sentí siempre muy segura por la calle, pero sí es verdad que eres diferente y la gente te mira y te pide hacerse selfies contigo, jajaja.

Ropa aparte, te cuento otras cosas útiles que llevar, aunque casi todo lo puedes conseguir allí:

  • Mosquitera, por si tu alojamiento no estuviera bien acondicionado.
  • Pajita para beber coco.
  • Termo
  • Almohada, sábanas y toallas.

Las toallas, por lo que tengo entendido, no suelen incluirse, en cuanto a las sábanas sí, pero la verdad es que, en mi caso, solo tenía bajera y a mí me gusta tener una sábana por encima, tipo colcha, no directamente la manta o dormir destapada. La almohada es opcional, jajaja, pero para mí llevar mi almohada es como sentirme más en casa

  • Cafetera, por si -como yo- eres adicta al café. Aunque dependerá de la cocinilla que tengas, porque a mí no me sirvió y me compré una cafetera tipo francesa, que por cierto, es como se suele tomar el café allí, en general.
  • Cualquier utensilio o alimento que sepas que vayas a usar y te quepa en la maleta. Yo me llevé bolsas reutilizables, unos cubiertos de bambú, algunos tuppers, sal, orégano, sobres de aceite de oliva (allí es muy caro).
  • Medicamentos que quieras tener a mano ante una urgencia como fortasec, antistamínicos, analgésicos… Allí puedes conseguirlos, pero quizás en un primer viaje te quedas más tranquilo/a teniendo algunos a mano. Ten en cuenta que si son con receta te la pueden pedir en los controles del aeropuerto. Siempre es bueno revisar las normas de lo que te dejan llevar tanto facturado como en cabina.

Cosas para la práctica, por si no son obvias:

  • Esterilla
  • Esterilla de algodón o de microfibra para poner por encima
  • Toallita o pañuelo para el sudor
  • Conjuntos para practicar, te dejo el enlace donde se explican las normas de vestimenta de la shala.

Parte 2: Cuando llegas

Siempre recordaré el día de mi llegada, jaja

Un día de mucho calor y mucha intensidad. Bajarme de aquel bus con tremendo equipaje y toparme de golpe con el kaos de la ciudad: pitas, coches y personas por todos lados, calor… gracias que estaba acompañada y solo tenía que dejarme llevar. Otro mundo, otros ritmos… No entendía el inglés, no tenía internet y no sabía siquiera dónde conseguirlo. El cansancio del viaje me pesaba demasiado. Si me iba a dormir, corría el riesgo de provocar un desastre de jetlag, y claro, en un par de días había que practicar.

Por suerte, yo tenía gente que me facilitó todo. Ellas saben quiénes son. Otra vez, gracias.smile

Después de haber dejado el equipaje en casa, quería resolverlo todo ya. Obviamente con esa mentalidad me llegó el primer tortazo de realidad del viaje y me di cuenta de que nada iba a resolverse rápido y que tenía que dejar atrás mis comodidades de “occidentalita”. Por suerte, Gokulam, el barrio donde estaba la shala antiguamente y donde nos alojamos todos, es muy tranquilo y fácil de conocer, aunque he de confesar que tardé semanas en darme cuenta de que mi casa estaba cerca de una calle que pensaba que estaba para otro lado, jaja, pero resulta que las calles hacen como un rodeo y al final, todo quedaba al lado. Para mí fue un gran descubrimiento, porque a partir de ahí me ahorré caminar muchos kilómetros innecesarios, jajaja.

Otra razón para escribir este post y facilitar el proceso al llegar, porque de verdad que no fue fácil.

¡DATO IMPORTANTE! ¡OJO CON LAS STAGE! Allí es muy importante cuando tengas que dar tu dirección a los conductores decir, además del nombre de tu calle, en qué STAGE está. Porque resulta que las calles se pueden llamar igual, pero estar en otra STAGE. Yo por ejemplo vivía en la 3rd STAGE. Te animo a que te fijes en eso para que te ahorres  sustos y malentendidos. Y si te estás preguntando si no dije la STAGE y me llevaron para la otra punta de Mysore alguna vez… Sí, me pasó el primer día XD

Mis sitios básicos

Conexión a Internet

Lo primero que yo haría es comprar la conexión a Internet para poder luego buscar todo lo que necesites en Google Maps. La sim card la compras en la 1st Main Road, justo en frente del restaurante Depth N Green (Precio aproximado 300 inr/700 inr para un mes). Ten en cuenta una cosa y es que con esta sim te funcionan los datos del móvil y por eso puedes conectarte a Internet y usar Whasapp, Instagram, Netflix, Google, etc. En el whasapp tendrás el número de teléfono de tu país, pero también tendrás un número indio para las llamadas telefónicas y los sms (que además es útil porque a veces te lo piden para hacer compras online o rellenar formularios oficiales). Por tanto, sería genial tener un móvil con 2 sims, o si tienes un móvil de sobra en casa te recomiendo que te lo lleves, porque ya sabes que hoy en día te mandan códigos de confirmación por sms, por seguridad para entrar a tus cuentas. De esta forma no tendrás que estar cambiando la sim continuamente.

Moverte por la ciudad

Los Rickshaws son la mejor opción para trayectos cortos, ya que son económicos y rápidos. Suelen estar aparcados por ahí, y también puedes pedir a través de aplicaciones como Uber y Ola. Estas apps son opciones muy recomendables para moverte por la ciudad para tus compras por ejemplo, porque ya es un precio cerrado y puedes escribir la dirección, con lo que no hay tanto lugar para malentendidos con el idioma.  Pero tienen el lado malo de que a veces no son muy fiables, pasan cosas como que el conductor tarda en aceptar el trayecto, o te cancelan el viaje…

Por eso, para ir a la shala o incluso para hacer excursiones largas es mejor utilizar los Rickshaws que tienen un acuerdo con Sharathji, estos conductores son los “drivers de la shala”, siempre están aparcados en la calle donde está el banco. No son tan baratos, pero al menos, son conocidos y fiables.  Cada trayecto a la shala costaba 200 rupias, pero puedes compartirlo con dos personas más, por lo que al final te sale muy barato.

También, si eres atrevido/a te puedes alquilar una moto y entonces eres el rey o la reina de Mysore, jajajaja. El único inconveniente es el tráfico loco.

Bazares y supermercados

Para completar esta parte de “cuando llegas” quiero comentarte los supermercados y bazares para conseguir cosas de primera necesidad, y más adelante, te comentaré algunos lugares para comer que son seguros. En la misma calle donde se compra la SIM CARD, la calle que se llama MAIN (principal en inglés) hay varios bazares donde puedes encontrar de todo un poco: calderos, cafeteras, utensilios de cocina, trabas y cuerdas de ropa, etc.

Tienditas orgánicas

Cerca hay una tiendita orgánica que creo que se llama Ayuh Organic donde puedes encontrar un montón de productos tipo bebidas vegetales, cremas de frutos secos, cereales, especias, snacks,… no sé, un poco de todo. Otro clásico, cerquita de ahí, pero tirando para arriba, entrando por una calle a la derecha, es la tienda orgánica Hashiru Organics Mysuru. Esta tienda me encantó. Tiene también cositas de comer como la otra, como por ejemplo muchos tipos de currys, que si no me equivoco allí los llaman “masala”, es decir, distintas mezclas de especias ya preparadas para que puedas hacer los platos típicos (eso lo encuentras en casi todos los supermercados). También tiene un montón de productos tipo suplementos ayurvédicos, cremas y aceites para el dolor… y ¡sorpresa! Libros de yoga y otros temas interesantísimos. Compré algunos porque estaban baratos, pero la verdad es que les recomiendo que comparen con los precios de amazon india. Yo compré algunos libros en oferta en amazon india y fueron literalmente una ganga.

Otro clásico que merece la pena que conozcan desde el minuto uno es la tienda que la gente llama “el chocolate man” (si lo buscas en Google Maps su nombre es Cocoa Vault) . Se pueden imaginar por qué. Los chocolates que venden son artesanales y están espectaculares. Además de chocolate hacen tartas sin gluten, brownies raw, bombones con crema de cachuete. La verdad es que es una joyita dentro de Gokulam para cuando te apetece algo goloso, jeje.

En la calle principal también hay otra tienda orgánica. Estas tiendas no son las más baratas, está claro. Pero resuelven para conseguir productos saludables.

Supermercados

Para compras más grandes te recomiendo el supermercado Loyal World, que está cerca pero es mejor coger rickshaw. Y bueno, más cerca está el More Supermarket, pero para mí gusto está mejor el otro. – Para fruta y verdura te recomiendo una tiendita que está también cerca, creo que era en la 9th CROSS ROAD con la 7th MAIN ROAD. También en lo que se llama el DR. CORNER hay puestitos y verás un hombre que va con un carrito vendiendo fruta, pero yo creo que él es más caro.

Farmacias

En cuanto a las farmacias, para mí las más cómodas eran la que estaba justamente en la 9tb CROSS ROAD que se llamaba Medplus Medical Shop y la que está en la MAIN enfrente del templo de Ganesha que se llama Sri Murugan Medicins (por si te ayuda está cerca de la tienda de Vodafone donde sacas la SIMCARD).  – Para ir terminando, te voy a decir los cajeros donde yo sacaba dinero, aunque este tema del dinero me gustaría hablarlo más detenidamente para contar algunas cosillas interesantes. Uno era el State Bank of India, que está justo enfrente de la tienda orgánica Hashiru, y el otro Bank of Baroda, en la calle CONTOUR ROAD. Solo una cosita sobre sacar dinero, estén atentos porque a veces te sale una pantalla que te avisa que te van a cobrar comisión, y otra cosita por si no lo sabes, a las tarjetas internacionales les tienen un límite y no suelen dejar sacar más de 10 mil rupias, incluso a veces no puedes sacar 10 mil, pero si pones 9 mil sí te deja. Es todo un mundo esto de manejarse con el dinero. También puedes preguntarle a otros extranjeros si saben dónde cambiar dinero, o a los drivers de la shala, o quizás el casero. Mucha gente cambia euros, así que puedes ir viendo lo que mejor te venga en función también de cómo hagan el cambio de moneda.ç

¿Dónde comer?

Y lo más importante ¿dónde comer? Hay muchísimos sitios pero para empezar te recomiendo solo cuatro: Zen Kitchen, Chakra House, Govinda y Depth N Green.  Para tomar un rico café que no sea de el café que llaman de prensa francesa:  Minimal Coffee

Y si estás deshidratado como me pasó a mí el día que llegué te puedes parar a beber agua de coco, ¡en la MAIN encontrarás un puestito!

Pues por ahora dejamos aquí este primer post. Es mucha información y me lleva mucho tiempo, pero ya hay muchas cosas que se pueden ir aprovechando.

¡Espero de corazón que les sea de ayuda!  Cuéntenme en los comentarios :)

GRACIAS y HASTA PRONTO

Merce

 

Una ashtangui en Lanzarote

Una ashtangui de vacaciones en Lanzarote

¿Qué hace una ashtangui cuando viaja a algún lugar?

Buscar si hay una shala cerca ¿es así o no? Jajaja

No creo que sea la única ashtangui o practicante de yoga que cuando se va de vacaciones investiga a ver si hay alguna shala de yoga, en mi caso de ashtanga yoga, jeje.

Chaturanga en la playa

Chaturanga en la playa

Esta vez mi destino de vacaciones era Lanzarote. Un lugar familiar para mí. Y por eso me resulta curioso pensar que en el año 82, cuando nací y mis padres decidieron mudarse a la isla, la profesora Camino Diez ya había viajado a la India y supongo que estaría cerca de conocer a Pattabhi Jois y el método ashtanga que intuyo que determinó su vida. Porque si me resulta sorprendente el poder transformador del yoga en pleno siglo XXI, me imagino cómo tenía que ser en esos años en los que costaba mucho más acceder a la información y en los que el yoga aún no se había hecho tan popular en Occidente. 

Pues eso, que yo vivía ajena al mundo ashtangui y nunca me habría imaginado que en mi querida isla de la infancia pudiera encontrar una shala con una maestra como Camino, con mucha experiencia. Cuando este año mis amigos de veraneo empezaron a decir que estarían en agosto en la isla y que habría un bonito reencuentro pensé también en aprovechar la ocasión para vivir una experiencia ashtangui en la isla que me vio crecer.

De la duda a la confianza

A todas éstas, tenía un poco de miedo a que mis “amigas” las lesiones no me permitieran hacerlo porque venía arrastrando un dolor muy persistente en el esternocleidomastoideo y el cuello desde principios de julio. Igualmente miré la web de Ashtanga Yoga Canarias y busqué la sección de Lanzarote, contacté con Camino por whatsapp. Me dijo que podía ir sin problemas, y me avisó de que la ubicación era algo complicada. Llegaron las vacaciones y yo seguía con dolores y los días previos a ir a la shala había estado “manteniendo” la práctica. Eso en mi mundo ashtangui significa hacer una práctica corta o adaptada porque no tenía mucho tiempo al estar de vacaciones alojada en casa de mi prima y, por otro lado, porque el dolor muscular era algo intenso. 

Tenía mis dudas de si me vendría bien o no visitar a Camino en esas condiciones. La confianza es algo imprescindible para ponerte en manos de un maestro, en este caso maestra. Total que me dije “Merce, si vas a la shala es para confiar en que te puede ayudar, le cuentas tu estado y que ella te diga”. Tras esos pensamientos empecé a sentir lo contrario del miedo, empecé a sentir que tenía que ir porque, claro, justamente ella me podría ayudar y por eso tenía que ir. Una especie de “llamada”. Esto lo llamo yo seguir tu intuición, más allá de lo que te pueda decir la mente.

Y es curioso porque a veces lo que separa que algo ocurra de que no ocurra es una línea muy fina y se llama motivación. Si mi determinación por ir no hubiera sido firme, quizás no habría ido porque resultó que la shala estaba en Costa Teguise y esos días me estaba quedando en el apartamento que habían alquilado mis padres en Playa Honda, a 20 minutos en coche. Les pedí el coche para poder ir, pero ¡sorpresa! yo no aparecía en el contrato del coche de alquiler así que no podía usarlo. Dios, ¡pero tenía que ir sí o sí! Abusé un poco de mis pobres padres y los hice madrugar estando de vacaciones… a las seis de la mañana estábamos los tres tomando café, no coffee no prana, jajaja! Era para matarme, jaja. Gracias que son unos buenazos y me hicieron el gusto sin quejarse :) Al día siguiente me pude añadir al contrato del coche y no los torturé más, jajaja.

Mi experiencia con la profesora Camino

Pues no me enrollo más y les cuento mi experiencia ashtangui en la shala de Camino.

Merce ashtangui con Camino

Merce con Camino

Pero si vieran la cara de mi madre cuando me dejó allí, jaja. La verdad es que podía resultar extraño meterse de noche en una casa de alguien que no conoces, de la que salía olor a incienso, y se oían respiraciones profundas a lo Darth Vader, jajajaja. Hasta me contaron que mi padre dijo  de broma “¿Nos la devolverán?” jajajaja, me parto.  Y no me enrollo más, pero es que me resultó divertido…

 

En el siguiente vídeo pueden ver una entrevista que le hicieron a Camino y así la conocen un poquito más…

La shala de Camino

La shala, como ven en el vídeo un poco más arriba, está en la planta baja de un adosado en Costa Teguise, diría que ella vive arriba, pero no lo puedo asegurar. En la puerta tiene una estampita que te indica que ahí se hace yoga, jeje. Entrando a la izquierda hay una habitación donde dejar las cosas, y un baño para cambiarte. En frente, tras una cortina está la shala. El olor a incienso y el sonido de la respiración Ujjayi me hicieron sentir en casa desde el primer momento. Es lo que tiene ser ashtangui.  

Camino me oyó entrar y vino a ver quién era. Me indicó donde estaba el baño y me hizo algunas preguntas. Si les soy sincera, eso me tranquilizó. Cuánto tiempo llevas practicando y tienes alguna lesión son preguntas imprescindibles para un profesor porque te dan información del compromiso del alumno y también para tener en cuenta su condición, sus posibles dolores, etc. 

Y sin más, me puse a practicar en segunda fila entre otros dos practicantes. Me fijé que la shala estaba decorada con cuadros. Unos de posturas, otros de chakras y motivos así espirituales. Canté mi mantra para dentro y comencé con los saludos al sol. Me hizo un ajuste rápido en el perro boca abajo. Noté su firmeza.

Les confieso que me sentía bien, pero tenía cierto miedo de hacer mi práctica completa por lo que les comentaba de que llevaba varios días haciendo menos y había comido un poco de más de la cuenta, es decir, mi vida los últimos días no había sido muy yogui. Además, estaba el dolor muscular en la zona del cuello. 

A estas alturas después de cuatro años de práctica todavía no sé escucharme al 100% Así que bueno, decidí que no iba a hacer los saltos sino que haría las transiciones caminando y que iría viendo sobre la marcha cómo me sentía… me dejaría llevar… Hice bien. Cuando llegué al final de la primera serie estaba súper cansada pero muy motivada y le pregunté a ella: “¿Sigo a ver?” Contestó: “Sí…” y su cara era de “¿por qué no?”. O esa fue mi interpretación…

Los consejos de Camino

 

Mi primer día

Una cosa que me gustó mucho de su forma de enseñar es que habló conmigo al final. Me comentó cosas, me corrigió. Para mí fue fundamental porque sentí que realmente había estado ahí observando mi práctica, sacando sus conclusiones, intentando tener algo que ofrecerme desde su punto de vista de maestra. De esas conversaciones finales extraje muchos consejos. Aquí los quiero compartir a pesar de que son consejos personalizados para mí, pero quizás te puedes dar por aludida en alguno y te ayude en tu práctica.

Y siguió: “Al principio, el ashtanga yoga se aprende de forma muy general, pero con el paso del tiempo empiezas a entender los aspectos más sutiles de la práctica.”

“Tu práctica es buena, pero si tuviera tiempo haría unos ajustes.”

Les soy sincera, cada vez que me dijo lo de “tu práctica es buena” notaba mi ego siendo alimentado. A veces esa palmadita en la espalda sirve de mucha motivación, según nuestro momento. A esa frase le seguía un “pero” y era lo que realmente me iba a ayudar a mejorar, aunque como te digo, se agradecen los elogios viniendo de alguien con experiencia.

Entonces me comentó algunos de esos ajustes. Estoy segura de que había más, pero igual no me quería abrumar el primer día… Me dijo que no es fácil cambiar ciertas cosas porque son patrones que tenemos interiorizados y cuesta tiempo incorporarlos.

“Activa los cuádriceps en las posturas de de pie, aunque te sientas inestable”

“Por ejemplo, en las posturas de de pie sobre todo trabajaría en no tirar de la rodilla, de la corva, porque eso te impide trabajar la cadera”.

“Te pasa lo mismo con los hombros y los codos.”

“El movimiento viene de los hombros, no de los codos”

“No sé si recuerdas la sensación del ajuste que te hice en dhanurasana. Esa es la sensación.”

“En Kapotasana trabaja cerrar los codos, pero desde los hombros.”

“Bascula la pelvis y bandas, es mejor aunque te cueste más, hacer todo eso.”

Respiraciones extras en las vinyasas

Muy importante esto de que hago algunas respiraciones de más en las vinyasas, respiraciones que no hacen falta, como cuando voy a saltar adelante desde el perro boca abajo.

“Hay unos tiempos”

Se refería a la relajación. Me dijo algo clave:

“Hay un tiempo para recuperar, es importante porque luego eso lo trasladas a tu vida”.

Esto me lo dijo hablando después. Si volvía mañana me contabilizaría los diez minutos de relajación en Savasana y así fue.

Posturas de suelo

Activar el cuádriceps, como ya comenté en las posturas fundamentales, pero también en Triang Mukha Eka Pada Paschimottanasana y Janusirsana, etc. Ahí es más fácil porque tienes el suelo como soporte.

Suptakurmasana desde arriba

Me dice “hazla desde arriba mejor que tu puedes”.

Me está viniendo muy bien hacerlo así. Creo que me va a ayudar a abrir más la cadera.

Marichyasana C y D

Al cogerme me dijo que tirara hacia abajo apoyando la mano en el muslo, y la sensación es muy buena. Me siento más cómoda, aunque ahora me lo han vuelto a corregir y me han dicho que no me agarre al muslo y tire, sino que trate de girar con el torso.

Utthita Hasta Padangusthasana

A veces las posturas pasan por malas rachas, jaja, ¿no te pasa eso? A mí sí. Es el caso del equilibrio sobre la pierna. A parte de acompañarme me dijo que relajara el brazo y que la pierna también tenía que trabajar. Mucho más difícil, jaja.

Supta Padangusthasana

Esto también me sorprendió, me dijo que usara la pierna como haciendo un poco de resistencia ¡y fue brutal la sensación de core! ¡Prueba!

 

¿Cómo me sentí tras la práctica?

Bueno, pues genial, mejor que hacía muchos días. Creo que todo fue a favor. El calor que se genera en una shala ashtangui es sanador. Lo prometo, jeje. Como dije antes, llevaba días sintiendo dolor y sobrecarga en el cuello y ese día desapareció. El plan era ir a caminar a la playa de Famara que fue una GOZADA en mayúsculas. Como pueden observar en esta foto que podría titular: “una ashtangui feliz en la playa”.

handstand merce ashtangui

Handstand en Famara

Pero lo importante es que al final hice mi práctica completa porque me sentí bien y que Camino me ayudó y por eso, aunque tenía el cuerpo lleno de agujetas me prometí que volvería al día siguiente.

Segundo día con Camino

Allí estaba, fiel a mi promesa, al día siguiente. De nuevo oír la respiración a través de la cortina es como una cálida bienvenida. Atravesé la cortina y nos saludamos con la mirada y el típico gesto de cabeza de gracias a lo yogui, tú sabes. Esta vez había un hueco en primera fila, a la derecha, pegado a la pared y me señaló que me pusiera ahí. Era justo delante de un póster de posturas que me dio la impresión de que era Krishnamacharya y que las posturas de primera y segunda estaban mezcladas… me quedé con ganas de preguntarle.

Desenrollé mi esterilla, canté el mantra y comencé con los Saludos al Sol.

Sí, me sentía genial. Un poco molida, pero mi respiración era profunda y estaba motivada y concentrada, no sentía dolor y tenía todas las indicaciones del día anterior en mi cabeza bien frescas, así que mi intención era ponerlas en práctica y sobre todo una:

DISFRUTAR

Les cuento los ajustes de este día…

Camino me observaba pero no fue hasta Padangusthasana cuando me comentó algo. Me dio un toquito con un dedo en el muslo y me dijo: “Aquí puedes hacer lo del cuádriceps”. Ok, le dije y pensé “eso intento”, jeje.

Después, me ajustó Prasaritta C que siempre es es un placer que me ayuden a llevar las mano al suelo.
En Utkatasana me bajó la cadera un montón y luego me dice “arriba” como para que levantara los brazos”.  Intenso, me sorprendió su fuerza sosteniendo mi cadera abajo.

Luego otra sorpresa, me dice que la mirada en Virabhadrasana o guerrero 1 va hacia arriba, pero no a la mano, ni a los pulgares sino como al techo. Siempre pensé que era en la mano…
Llegamos a las vinyasas y me dice que del perro boca abajo vaya directamente, que no añada respiraciones, que preparo demasiado los saltos. No puedo estar más de acuerdo y es algo a lo que no le había dado importancia pero que a partir de ahora trataré de llevar a cabo para no cortar el movimiento.
Luego en Janusirsasana me dice que active el cuádriceps. “Eso te dará la fuerza.”
En Marichyasana D me ayuda porque no puedo agarrarme bien por el sudor.

Cuando te retan…

Llegamos a Suptakurmasana me dice que siempre intente atarme desde Kurmasana, porque “nunca sabemos lo que podemos hacer. “Luego, si no puedes, hazlo desde arriba” De la forma que me había comentado ayer. (ver más arriba el vídeo)

Entonces me pone una la pierna detrás de la cabeza, me dice que haga primero cada una suelta. Que la rodilla la lleve abajo, que meta el hombro, que ajuste la cabeza. Luego la otra pierna. Luego las dos con su ayuda. Es difícil colocarla sola. Luego las manos no me llegaban pero con su ayuda sí. Me coloca en Suptakurmasana como nunca nadie me colocó. La salida no me sale bien porque estaba algo floja, así todo me felicita, cosa que agradezco.

Gran intuición

Luego llegamos a la penúltima postura, Ubhaya Padangusthasana, donde trata de juntar mis tobillos. Oh, de nuevo quedo sorprendida por la intuición de esta mujer. Resulta que es algo que últimamente había comentado con mi madre. Que tengo los pies siempre algo abiertos y me cuesta hacer la rotación interna. Le decía yo a mi madre que “quién sabe si eso me ocasiona problemas o dolores”. Algo vio Camino y me dice «ya sé que esto es rizar el rizo, pero intenta rotar desde la cadera para que los tobillos se te junten». 

postura playa

Yogueando en Famara

Wow, no me lo podía creer. Luego hablamos de esto al final de la clase y me explicó mejor porque es importante la rotación interna.

Ajustes necesarios

Pasasana, pasapalabra, jaja, Pasasana entonces estaba siendo un poco tortura. Se notaba que he estado comiendo fuera, a deshoras, etc. Debo haber engordado algún kilo…  Cuando eres ashtangui tu estilo de vida determina tu práctica. Me tuvo que ayudar los dos días, pero ya he vuelto a entenderme como esta torsión tan intensa. Como te decía, a veces las posturas pasan malas rachas, jeje.

Luego llegamos a Dhanurasana y me ayuda a rotar los hombros, es un tipo de rotación que quiere que entienda. El día anterior también me había ajustado la postura. Y al ajustarme me dice: “¿Ves? a esto me refiero, ¿lo notas?”. Luego que tire más de las piernas y que tenga cuidado con el cuello.

 

Algunos ajustes más…

Este estilo de ajustes va mucho conmigo porque me da la sensación de que me muestra el camino para que yo lo integre. Sabe que esto no se hace de un día para otro, y que yo soy una estudiante comprometida. Todo eso facilitan que me diga cosas para que yo incorpore. Esto es un regalo. Agradecida.

Seguimos con Parsva Dhanurasana y el ajuste de la cabeza, que me coloca de una forma mucho más cómoda que como yo lo hacía. En Lagu Vajrasana me dice que piense en las rodillas. Me costó esos días porque no estaba en forma, pero ya la estoy recuperando…

Y llegamos a Kapotasana, mi última postura.

Me dice que la haga sola para ella ver y luego me da indicaciones verbales, que los brazos los extienda para trabajar la apertura de hombros y que camine, “más, más, más… por fuera de los pies, luego baja la cabeza”,y  entonces viene y me coloca una mano en un talón y el otro, que a duras penas llega. 
Subo totalmente traspuesta, jaja, como electrocutada. Pero esto es normal. Si la haces, me entenderás, Entonces, le había preguntado el día anterior si podía descansar en un poco después y me dijo “en teoría no se puede”, pero “trabaja con el cansancio”. Puedes usar Adho Mukha para hacer algunas respiraciones más que funciona como contrapostura…

También me dijo:

Esta frase me la grabo también porque yo soy mucho de querer hacerlo todo siempre, es decir escuchar cómo estoy ese día me cuesta. Quizás me falta un poco de honestidad conmigo misma. Estoy en ello. Sé que es el ego, pero me cuesta mucho distinguir entre lo que puedo hacer y lo que debo, o lo que siento. Muy difícil para mí, por eso creo que aprendo un poco a base de palos…

Luego hago los tres puentes y me dice que pruebe a aguantar con la punta de los dedos. Me sale un lado mejor que el otro: «Eso te ayuda a fortalecer las piernas», «para ti es un buen ejercicio». Luego al levantarme me sale fatal y me dice ” es que estabas muy lejos.”. Así que estoy trabajando en esto en casa como pueden ver en los post que les he puesto por aquí.
Después llegan los dropbacks. Me costaron la vida pero me dijo que lo hice bien. Luego en el último que es con asistencia me dijo que caminara en el aire y luego al subir fue brutal, me tenía sostenida con mucha firmeza, me hizo mantenerme otra vez en la punta de los dedos y notaba la fuerza en las piernas, se sentía intenso pero bien y cuando subí fue como “wow qué fue eso”, jaja, y ella dice “aaah, ves, esa es la fuerza!”  y se ríe ;)

Como de otro mundo. Inexplicable.

Llegamos a Paschimottanasana me hizo un ajuste intenso pero no excesivo. Me dice que respirara profundo, soltándolo todo. Y luego el cierre a mi aire pero en Savasana me contabilizó diez minutos porque como me había dicho el día anterior es muy importante recuperar,«es cuando recoges los frutos de la práctica».
Eso fue todo durante mi práctica y luego charlamos un rato.

Charla ashtangui

Ahí me dijo lo de que tenía una buena práctica (que no he parado de repetirlo en el post, lo sé, jaja, perdonen que me regocije tanto!) y que recibía bien las indicaciones. Que estaba receptiva. 😃 Ay qué bien escuchar todo eso. Me siento que estoy en el camino correcto, jaja, ¡nunca mejor dicho lo de “Camino”! 👏 

Estuvimos comentando la importancia de ver de dónde sale el movimiento, en referencia a Kapotasana y los puentes, es importante la rotación interna y trabajar tener la pelvis bien colocada. Me dijo que veía que en mi caso, en los dropbacks, era mejor doblar un poco las rodillas desde el principio y luego tratar de estirarlas abajo. La explicación no la sé reproducir pero bueno, me quedé con la idea…
Otra cosa interesante es que me dijo que doblo los empeines en Urvha Mukha y que realmente van estirados. Esto ya lo estoy cambiando… También me había dado cuenta, incluso algunas amigas de Instagram me habían hecho la observación, no le había dado importancia pero ahora que me lo dijo ella estoy tratando de estirarlos. 

perro boca arriba

Perro Boca Arriba en Playa Honda

También hablamos de que los talleres o workshops a veces confunden y que están bien, pero hay que saber elegirlos. Le comenté que fui al taller de Tomás Zorzo en Las Palmas de Gran Canaria, al que ella fue pero ejerciendo de abuela, cuidando a su nieto, el hijo de Anand.

Me planteé cambiar el billete y alargar mi experiencia ashtangui, jeje, pero finalmente preferí volver a mi isla… Solo dos días, pero fueron una gran experiencia que me ha llenado mucho como practicante. Llegó en el momento perfecto. 

Conclusiones de la experiencia ashtangui en Lanzarote

¡¡¡Encantada de saber que en la isla que me vio crecer hay una shala ashtangui con una maestra buenísima!!!

Me pareció buena porque sentí que puso empeño en mí. Me cuidó y a la vez me desafió en el buen sentido. Vi que entendió mi momento, lo que atravieso. Quizás fue mi receptividad, mi entrega lo que la motivó a volcarse, quizás es su vocación por enseñar yoga, pero la realidad es que sus indicaciones me ayudaron, reforzaron mi confianza en el método ashtangui, en la importancia de un buen maestro. No es que los maestros y maestras que he tenido no lo hayan sido, pero con Camino hablamos un lenguaje más sutil, sentí un nivel más profundo, más lo que no se ve, que es lo que a mí me interesa ahora. La profundidad que se consigue cuando cuidas los detalles. Cómo cambiar hábitos que vas cogiendo en la práctica o cómo romper esos patrones internos que no son solo físicos sino una especie de impulsos, manías, comportamientos, una energía que te puede, difícil de controlar. Es algo que nace de dentro y que es lo que somos, lo que nos hemos convertido a partir de nuestras experiencias pasadas, esas cosas que condicionan nuestro presente y lo bueno es que siendo conscientes de nuestra respiración, aprendiendo a conectar podemos aprender a transformar nuestro ser en algo mejor, un ser más evolucionado, positivo, confiado, amoroso. Pero eso no se consigue solo.

Quizás su experiencia de tantos años como maestra, le permite pillar más rápido lo que necesitas. La sensación fue como si me conociera de más tiempo. Una experiencia muy satisfactoria, que necesitaba vivir tras este año difícil de lesiones y lecciones a base de palos.

Agradezco todas sus palabras, pero me calaron las frases: «tu práctica es buena», «estás en un momento en el que puedes empezar a trabajar las sutilezas», «disfruta de la práctica aunque sea corta», “a veces hay que hacer menos”…

Gracias a mis padres por madrugar el primer día estando de vacaciones y llevarme a las 6:30 de la mañana jaja y me alegra haber hecho todo lo posible por ir y no dejarme llevar por la comodidad y la vagancia.

En definitiva:

Como siempre, espero que este post te resulte útil y que a través de mi experiencia con esta maestra ashtangui se pueda entender mejor este método transformador a todos los niveles.

  • En mi experiencia el ashtanga yoga puede ayudarte a enfrentar los problemas y aprender a ser más feliz con lo que tienes, pero tú tienes que poner de tu parte. 
  • Muchos valores como la confianza, la disciplina, la humildad, el desapego no son solo palabras, no vienen solos, hay que conectar con eso, y realmente trabajar con eso.
  • Sí, a veces hay mucha resistencia, y surgen obstáculos ya sean físicos, logísiticos, mentales, pero justo superar o no esos inconvenientes es lo que va a determinar tu camino.
  • Tus decisiones cuentan. Tu apuesta cuenta. Permite la transformación. Vuela libre.

Namaste

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Clases Mysore con Pablo Pirillo

He hecho un Vlog de las clases Mysore con Pablo Pirillo

¡Mi primer vlog! Pero no el último…

Reconozco que me da vergüenza pero mira, hay que superar estas cositas y quería empezar a hacer cosas nuevas. Así que lo considero un comienzo. Eso sí. Ni salgo favorecida, ni vas a descubrir la pólvora, jajaja. Al final es asistir a cuatro clases Mysore con Pablo Pirillo. Solo una experiencia ashtangui que quiero compartir para que también se animen a hacer este tipo de talleres o “inmersiones” si tienen la oportunidad porque lo considero un aprendizaje a todos los niveles.

Lo que vas a ver si eres suscriptor es una representación de lo que fueron estos cuatro días de clases Mysore con Pablo Pirillo, profesor autorizado nivel II por KPJAYI.

¡Si no eres suscriptor, espero que leas el post y te hagas una idea de esta nueva experiencia ashtangui!

Más abajo te explico por qué he protegido este vídeo con contraseña…

Igualmente si te hace ilusión ver el vídeo no dudes en pedirme la contraseña :) 

Pablo Pirillo es el maestro de mi maestra, Ana Lestard. Así que tuvo lugar en su shala en Santa Cruz de Tenerife. Aquí te enseño un vídeo donde sale ella practicando en el primer turno, y luego al final aparezco yo, jeje.

Sí, aparezco al final porque me cuesta un poquito madrugar, o más bien es que tengo el ritmo de despertarme más tarde y acostarme pronto es todo un reto. Es una de las cosas que me dejaron satisfecha en esos días, aunque parezca tonto. Despertarme temprano como una buena yogui para hacer mi práctica ¡no tiene precio! Tuve que pedir un par de días en el trabajo, pero valieron la pena.

Esta es la segunda vez que viene Pablo (en youtube puedes ver un pequeño vídeo del año pasado) y yo, personalmente, noté que ya nos conocíamos. Recuerdo perfectamente algunos de sus ajustes del año pasado en sus clases estilo mysore. Siempre limpios y al grano. Y los de este año los tengo recientes y me encanta aplicarlos en mi práctica. Es lo que tienen estos talleres que siempre te quedas con cositas útiles.

¿Qué trucos me llevo de estas clases Mysore con Pablo Pirillo?

  • Marichyasanas.

Los agarres. Tanto esta vez como la anterior me hizo ir un poco más profundo al cogerme:

marichyasana a marichyasana c

  • Ardha Baddha Padma Paschimottanasa.

En esta postura de nombre complejo me gustó mucho que me dio el truco de “igualar los hombros para compensar” palabras textuales. Es decir, si me estoy cogiendo el pie con el brazo izquierdo, ese hombro lo tengo que dejar como arriba, y el hombro derecho lo tengo que bajar. Cuando lo ves parece que lo hago natural pero no, hago un esfuerzo (por ahora) por equilibrar los hombros ¡y así mi espalda queda más recta!

Ardha Baddha Padma Paschimottanasa

  • Parsva Dhanurasana.

Esta postura siempre la recordaré de este año porque era mi última postura. Y por lo visto, esto de rotar a un lado es fácil, pero ¡a mí me cuesta! Pablo vio mi dificultad y me recomendó que juntara los talones y aflojara las rodillas cuando estás arriba y cuando rotas hacia los lados sí tienes que juntar las rodillas. Aquí es importante armar bien la postura de entrada.

Parsva Dhanurasana.

  • Supta Kurmasana

Por ahora siempre necesito ayuda en esta postura porque cuando logro cogerme sola por detrás las manos, me es imposible cruzar los pies por delante (para muestra un botón, jeje). Así que los profesores suelen echarme un cabo para que pueda hacer las respiraciones bien atadita, ¡y me encanta!

Supta Kurmasana

  • Pasasana

Esta es otra de las posturas en las que necesito asistencia aunque como en Supta Kurmasana voy viendo pequeños avances. Aquí Pablo me demostró que puedo. Porque su ajuste fue rápido y preciso y me mantuve perfectamente en las respiraciones, así que si todo va bien es cuestión de tiempo… de ir abriendo el cuerpo…

Pasasana

  • Dropback.

Creo que a casi todos los que empezamos a trabajar los dropbacks (yo llevo un año) nos resulta bastante difícil. Primero perder el miedo (lee mi post de Drobacks, ¿quién dijo miedo?). Segundo, el cuerpo tiene que ir abriéndose y al principio cuesta muchísimo entender qué partes tengo que activar. Yo pensaba que me tenía que centrar en la zona lumbar y en realidad tienes que pensar en abrir la zona superior de la espalda… no es fácil de explicar con palabras. Echar las caderas hacia delante al bajar, tener las piernas bien fuertes… y, luego por supuesto tener la flexibilidad en la espalda y hombros necesaria. Todo un proceso. Aquí, la primera vez que me toco el tobillo con la mano, gracias a la ayuda de Pablo. Impresionante cómo me llevó ahí sin que yo sintiera que hacía mucho esfuerzo. Todo súper suave y luego no noté nada de nada. Un ajuste perfecto, ¿qué más se le puede pedir a un profesor?

Dropback con pablo pirillo

Me ayudó con más posturas, pero bueno, con esto ya pueden hacerse una idea.

Los cuatro día consistieron en clases mysore y el sábado estuvimos conversando con él para preguntarle dudas y que él nos contara su experiencia. Por supesto, súper interesante su visión del yoga. Conecto mucho con su forma de verlo. Siempre buscando que la práctica sea algo que te genera bienestar.

Te voy a hacer una pequeña lista de lo que dijo:

  • Es recomendable practica a diario. Con el tiempo uno nota que cuando no practica está diferente.
  • Mejor hacer una práctica corta que no practicar.
  • Los saludos al sol son la base y sirven para conectar con la respiración y entrar en un estado meditativo.
  • El resto de las posturas tienen que mantener este estado meditativo y tienen que ser una continuación de los saludos al sol.
  • Hay cosas que se pueden practicar fuera de la esterilla. Por ejemplo los yamas y niyamas. Él nos recomendó por ejemplo elegir uno, como ahimsa o la no violencia y practicarlo durante todo el día.
  • Las bandhas se practican de forma sutil durante toda la práctica.
  • Hay que ir aprendiendo sobre las lesiones. Hay lesiones que se van yendo, son bloqueos energéticos y con la práctica se van desbloqueando y apareciendo en forma de dolor. Si son dolores que se van moviendo, es porque se quieren ir.
  • Con la respiración Ujjayi y el calor que se genera en el cuerpo, sudamos y eliminamos impurezas. Con el tiempo el sudor se va convirtiendo en un sudor limpio, sin olor.
  • Pablo estuvo yendo muchos años a la India, si no recuerdo mal dijo 15 años, más de 10 seguro.
  • Tuvo contacto con toda la familia de Jois.
  • Ir a Mysore es una experiencia que vale la pena, pero comentamos que ha ido cambiando.
  • Su práctica ahora ya no es tan física, pero practica a diario.
  • A él el yoga le ha enseñado “dónde quiere estar en cada momento”.
  • Tiene una shala en Buenos Aires, donde tiene alumnos desde hace 10 años. (@ashtangayogabuenosaires)
  • Fue el primer argentino en traer la práctica de ashtanga yoga tradicional de Jois.
  • Me dijo que “hasta el próximo año”, así que creo que Tenerife le gusta, jeje.

Creo que es un buen resumen de lo que hablamos. Y esto no sale en el vídeo, jeje.

Hasta aquí este post sobre los días con Pablo.

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¡Feliz práctica!

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