Las 7 cosas que aprendí en Purple Valley y han mejorado mi práctica de ashtanga yoga
Este es un post muy sencillo pero en el que les desvelo algunas cositas que he aprendí en Purple Valley y como sé que les gusta que comparta mis aprendizajes pues aquí lo traigo.
Como te digo, son cosas aparentemente sencillas, pero a veces modificar un detalle puede ser clave. Todo lo que te voy a decir son cosas que me corrigieron personalmente o Laruga o sus asistentes durante mis prácticas Mysore.
Es decir, seguro que son cosas que eran indicadas para mí, así que puede ser que tú ya lo sepas, o que lo hagas de forma natural, porque si practicas mysore ya sabes que es una forma de aprender muy personalizada, por tanto este post es para que cojas lo que te pueda servir.
La verdad es que llevo poniéndolas en práctica desde que llegué y creo que están mejorando mi práctica.
Además, de paso, conocerás los asistentes que ayudaron a Laruga en este retiro, que me parecieron también grandes profesores, todos muy cercanos, amables y respetuosos.
Te voy a intentar ordenar estos ajustes según van apareciendo en las series
1. Fortaleciendo Chaturanga
Esto es una pequeña variación que se trata de hacer chaturanga tocando el suelo con la barbilla. Fue una sugerencia que me dio Ranko para fortalecer. Esto es lo que menos he puesto en práctica, sinceramente, pero me parece genial para ganar fuerza y le agradezco el tip.
Aquí puedes verme probándolo en Purple Valley :)
2. Parsvottanasana hombros hacia abajo
Este detalle fue muy curioso porque junto con Pasasana fueron las dos posturas que me corrigió Laruga, sin contar los dropbacks, kapotasana y urvha dhanurasana que merecen mención aparte. En esta postura me comentó que bajara los hombros hacia atrás, entendí que hiciera una rotación en la que se juntan las escápulas y permiten que el pecho se abra. Sentí una colocación novedosa que me permitía conectar con el pecho y la espalda superior. Es un movimiento que se repite en otras posturas y creo que ha sido un ajuste muy necesario para mí. Cada día lo intento aunque naturalmente me cuesta, pero creo que realmente hacer ese esfuerzo me está ayudando.
3. Cómo atar las manos en la secuencia de suelo
Otro ajuste muy curioso, esta vez fue Ranko, fue en las flexiones del suelo como Janusirsana, etc. Ranko me dijo que intentara colocarlas en la parte de arriba del pie para poder tirar un poquito hacia mí. Me está ayudando a profundizar en la flexión. Este ajuste junto con otro que me había hecho Beto en Tenerife (Beto es un profesor de Méjico que estuvo sustituyendo a mi profesora durante su estancia en Mysore) han cambiado radicalmente mi sensación en esta flexiones. Beto me dijo que cambiara la mano que agarra la muñeca. Yo siempre había agarrado la muñeca del mismo lado de la pierna estirada pero resulta que al hacerlo al revés, me es mucho más cómodo y también me ayuda a tirar hacia mí por lo que a la larga noto que profundizo mejor. Al principio se sentía algo raro pero ahora es mucho más natural y estoy mil veces más cómoda. Agradecida.
4. Pies en punta en Supta Kurmasana y cabeza arriba
Esto me lo corrigió Eli una de las asistentes de Laruga, una chica muy simpática y con una práctica avanzada que la verdad es que alegraba mucho tenerla por allí. Ella también me ayudó con los dropbacks y kapotasana sobretodo a nivel moral, me dio ánimos y me dijo que tenía que relajarme y confiar, pero su ayuda la noté más en Supta Kurmasana. Me colocó las piernas de una forma que nadie me había colocado, más cruzadas de lo habitual y me dijo que levantara la cabeza y los pies en punta. Fue una sensación intensa pero muy buena y me quedé con la idea y ahora intento hacerlo yo sola y es como que cada vez me voy recolocando un poco mejor. Poco a poco.
5. Pies hacia dentro en Urvha Dhanurasana.
Esto ya es algo que recomiendo mucho, mucho hacer. Yo personalmente tiendo a abrir los pies en esta postura y en los dropbacks y siempre me decían que los metiera para dentro, pero es que mi percepción era muy distinta. Es decir, cuando yo creo que tengo los pies rectos, en realidad los sigo teniendo abiertos hacia fuera ¡y no me había dado cuenta hasta ahora de hasta qué punto! Esto cambia mucho la sensación en la postura, siento que tengo mucha más estabilidad en las piernas y, lo más importante, es mucho más seguro para la zona lumbar.
6. Los Dropbacks con los brazos rectos
Con el tema del dolor de espalda estaba evitando los dropbacks porque sentía que hacerlos me iba a empeorar, hacía alguno pero con miedo y desconfianza. El retiro con Laruga me ayudó a recuperar la confianza. Sabía que Laruga pasó por dolores lumbares (creo que por un accidente) y cuando le pregunté sentí que me entendía. La conversación me dio ánimos y confianza, pero tenía que verme en la esterilla para saber si realmente iba a ser capaz de retomar la práctica de los dropbacks y de kapotasana. Pues al día siguiente en la práctica me enseñó la técnica para hacerlos de forma segura. Esto merece un post porque para mí fue un antes y un después. Pero una de las cosas que más llamó mi atención es la de bajar y sobre todo subir con los brazos rectos. Es algo que nunca me habían comentado (de hecho el otro día me comentó una profesora que no hacía falta que lo hiciera así, jeje). Cada maestrillo tiene su librillo y mi forma de pensar es coger las instrucciones que más me sirvan en mi práctica. Lo que yo entendí de lo que Laruga explicó es que recomienda hacerlo así porque fortalece la espalda, por los laterales y eso es importante para avanzar en la práctica, y que ayuda en posturas de series posteriores. Es como ir adelantando trabajo.
El primero no me salió, pero después sí me empezaron a salir, aunque ha sido a la vuelta cuando he sentido que lo afianzaba gracias a la práctica constante. Así todo, todavía hay algún día que no sale. Es cuestión de seguir practicando, como siempre.
7. La cabeza y la barbilla levantadas
Esto siempre se lo había oído decir a Laruga en vídeos y la sensación que me dio allí es que lo repetía mucho. Por lo que no quedó otra que tratar de ponerlo en práctica! Antes no lo hacía porque no sabía bien cómo, o creía que ya lo estaba haciendo. Pero no, porque fue otra de las cosas que Laruga me corrigió. Se acercaba sobre todo en las posturas de la serie intermedia y realmente me ha ayudado mucho. Por ejemplo, en Shalabasana y en Bhekasana, a nivel energético, siento que es súper importante porque es como que la energía fluye de punta a punta del cuerpo. También en los Dropbacks últimos cuando tienes los brazos cruzados, pero hay muchas posturas en las que ponerlo en práctica como Navasana, Upavishta Konasana, Supta Konasana B, Ubhaya Padangushtasana, Urvha Muckha Paschimottanasana, Utplutihi… En fin, para mí marca la diferencia.
¡Pues estos son los 7 trucos o ajustes que han cambiado mi práctica tras Purple Valley!
Son detallitos que se van sumando y la verdad es que están transformando mi práctica. Por supuesto sin la constancia no sería posible notarlo, pero desde que llegué siento que mi práctica ha evolucionado mucho y ¡ojo! no he añadido ninguna postura. Esto lo digo para que vean que no hay que tener prisa por añadir posturas. El ashtanga es un método que te permite profundizar muchísimo en las posturas.
¿Qué mejoras he notado?
1. Mayor fexibilidad en las posturas de flexión hacia delante. Llevaba una temporada larga sintiéndome rígida y como muy tensa y ahora las siento mucho más agradables.
2. Mayor apertura en los hombros. Esto lo noto por ejemplo en Utkatasana y en Urvha Dhanurasana. Siento que mis escápulas se colocan mejor y que puedo estirar los brazos mejor.
3. Mayor apertura de pecho. Esto va ligado a lo anterior pero lo noto bastante en los puentes, los dropbacks y kapotasana. También noto como en Kurmasana puedo colocarme más recta en el suelo.
4. También en las torsiones siento que las hago más fácilmente, sin tanto sufrimiento.
5. Los saltos también están evolucionado positivamente.
En fin, como ves, en general, mi práctica está yendo bien, o al menos así lo siento yo. Sigo sintiendo algo de dolor en la espalda alguna vez, pero por fin creo que el cuerpo va cediendo y que es una cuestión de que se adapte a estas posturas tan profundas e intensas como Kapotasana. Está siendo todo un viaje este tema de la espalda, pero vale mucho la pena el aprendizaje. Al menos, he recuperado la confianza y el miedo ya no me está bloqueando.
Al final, todo esto me lleva a pensar que en el yoga hay mucho de confiar en el proceso, de darse tiempo, de no tensar sino más bien relajar, de disfrutar del camino a pesar de los obstáculos y sobre todo tener mucha paciencia y ser constante.